Quizá la Vitamina C sea la más popular de todas las Vitaminas y a la que muchas personas fueron obligadas a consumir cuando estaban pequeños para prevenir los resfriados, esto a pesar que se ha demostrado que no es ni por mucho su función principal y de hecho se ha puesto en duda su eficacia para este rubro. Entonces, ¿Para qué realmente sirve la también conocida como ácido ascórbico?
Para que sirve la Vitamina C
La vitamina C forma parte esencial de un gran número de procesos metabólicos del organismo, tales como la formación del colágeno y el transporte de los ácidos grasos, lo que sirve principalmente para:
- Optimizar la cicatrización
- Fortalecer huesos, tendones y ligamentos.
- Para prevenir problemas cardiovasculares (arteriosclerosis, infartos y trombosis), tonificando los vasos sanguíneos y reduciendo los niveles de colesterol. Su carencia se encuentra relacionada con la aparición de escorbuto, condición vascular caracterizada por encías sangrantes, pérdida de dientes y la aparición de hematomas alrededor del cuerpo.
Al igual que la Vitamina A y el Tocoferol, la Vitamina C resulta un potente antioxidante, por lo que protege al cuerpo contra los radicales libres previniendo enfermedades degenerativas como el Cáncer y Alzheimer. Incluso se ha demostrado que es eficaz para tratamientos contra el autismos y accidentes cerebrovasculares.
A pesar de que el ácido ascórbico ha sido usado popularmente para reforzar el Sistema Inmune y como método principal de prevención de enfermedades respiratorias, esto ha sido desestimado por diversos estudios clínicos concluyendo que la Vitamina C no sirve para evitar enfermedades como refriados o gripe ni para el tratamiento de los mismos. Sin embargo, eso no le quita su importancia para mantener un organismo saludable.
Alimentos que Contienen Vitamina C
Al ser una Vitamina Hidrosoluble, el cuerpo no es capaz de almacenarla para su uso posterior desechando los excedentes por la orina. Esta es la razón por la que es importante consumirla diariamente mediante la ingesta de alimentos que contengan buenas cantidades de Vitamina C como las frutas cítricas, mango, melón, fresas, arándanos y sandía.
También podemos encontrarla en vegetales como la Coliflor, Brocoli, Pimientos, Espinacas (y demás de hoja verde). Aunque en esto, se pierde una gran cantidad al someterlos a procesos de cocción ya que este tipo de vitaminas solubles en agua tienen muy poca resistencia al calor.
Aunque es muy difícil que llegue a presentarse una sobredosis dado que el cuerpo no almacena esta vitamina es importante no exceder el suministro de la misma (superior a 2000 miligramos diarios) mediante suplementos ya que puede provocar malestares gastrointestinales como diarrea, vómito y distensión abdominal.
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